SECAR
Nunca dejes tu lencería para que se seque en la lavadora, en la secadora o en el radiador. El calor puede deformar los sujetadores y dañar los tejidos, especialmente los tejidos elásticos, que pueden deteriorarse y perder su elasticidad.
Por lo tanto, después de lavar, se recomienda dejar secar la ropa interior de forma natural extendiendola bien o colocándola en un tendedero.
Los sujetadores nunca deben ser escurridos a mano, sino que deben dejarse escurrir y las copas deben ser reformadas antes de colgarlos para mantener su forma original y evitar cualquier deformación. Ten cuidado con no dejar los artículos más delicados a la luz directa del sol.
ALMACENAR CON CUIDADO
La forma en que guardas tu ropa interior en los cajones no es un detalle menor. Un mal almacenamiento podría dañar las prendas más delicadas. Se recomienda doblar cuidadosamente tu lencería y colocarla en cajones con un fondo protegido, lejos de la luz directa.
Utiliza separadores para mantener los sujetadores separados del resto, evitando que los ganchos dañen el encaje de otras prendas. Para los sujetadores suaves, puedes doblarlos por la mitad colocando las copas una dentro de la otra. Sin embargo, para los sujetadores acolchados, es mejor colocarlos uno al lado del otro para preservar la forma y el soporte de las copas.
Se recomienda doblar las bragas en tres, formando un pequeño cuadrado.
¡Tu lencería está ahora lista para usar, como si fuera la primera vez!